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      2.3.1 JUEGO: El juego sigue siendo una actividad importante en la infancia. La naturaleza inculca en cada niño normal una fuerte inclinación o propensión al juego para garantizar que se satisfagan ciertas necesidades básicas de desarrollo. La cultura guía, sostiene y redirige estos impulsos lúdicos. Divertirse es una forma en la que debes aprender y demostrar que estás aprendiendo. Tal vez la forma más creativa para que los niños aprendan. En algunos casos, también es una forma de descubrir nuevas realidades. (Pérez, 1998, p. 56) El juego es libre y espontáneo, no depende de refuerzos o eventos externos. Los sujetos saben que se involucran en actividades que fluyen libremente, que no son juzgados por parámetros convencionales y que tienen un espacio personal dentro de un margen de error que es inaceptable para otras actividades. El juego es un modo de expresión. Puedes expresarte mucho más claramente que en otros contextos. Preferencias, motivaciones, tendencias, actitudes. El juego es un comportamiento intrínsecamente motivado que produce placer. El juego prioriza los medios sobre los fines. Los juegos son actividades experienciales en las que el sujeto está completamente involucrado. Esta es probablemente una de las características más interesantes desde un punto de vista pedagógico. Los niños son seres únicos que, de manera holística, tienen actitudes, deseos, creencias y habilidades relacionadas con su desarrollo físico, emocional y cognitivo. Porque todos estos factores entran en juego en las actividades recreativas. (Rodríguez, 2016, párrafo 87) 2.3.2. ESTRATEGIAS DE APRENDIZAJE: Usamos estrategias de instrucción para comprender qué acciones toman los maestros para promover la disciplina y el aprendizaje de los estudiantes. Para que no se reduzcan a simples técnicas y recetas, deben estar respaldadas por una rica formación teórica de los docentes, porque en la teoría existe la creatividad necesaria para acompañar la complejidad del proceso de aprendizaje. 2.3.3. ATENCIÓN: Se define como un proceso. Para Rubenstein (1982), la atención cambia la estructura de los procesos mentales para que aparezcan como actividades orientadas a objetos resultantes del contenido de las actividades propuestas que controlan el desarrollo de los procesos mentales, la atención es la concentración de los aspectos de los procesos mentales. 2.3.4. PROCESO DE ATENCIÓN: Esto sucede cuando el receptor comienza a capturar activamente lo que ve o escucha y comienza a prestarle atención a eso o partes de él, en lugar de solo mirar o escuchar. Esto se llama teoría de la capacidad (Banyard, 1995: 29) y se ocupa de cuánta atención se puede prestar en un momento dado y cómo esa atención puede variar dependiendo de cuán motivada o estimulada esté. En base a este enfoque, como dice el autor, se podría hablar de atención selectiva, pues a lo largo de la vida una persona selecciona e interpreta constantemente la información que recibe de su mundo o entorno. La gente se sorprendería si todo recibiera la misma atención 2.3.5. CONCENTRACIÓN: La concentración es un proceso mental que ocurre a través del razonamiento; consiste en concentrar voluntariamente toda la atención de la mente sobre el objeto, objeto o acción que se está haciendo o contemplando en ese momento, dejando atrás toda la secuencia de eventos u otros objetos que puedan interferir. Deje a un lado sus logros o sus preocupaciones. La concentración es fundamental para estudiar y trabajar. [1]